Gloria Álvarez Desanti
Reflexión sobre el futuro desarrollo económico de Latinoamérica
El tiempo ya ha sido suficiente para evaluar las políticas económicas y sociales que fueron eficientes, así como los errores y las omisiones que se cometieron que no permitieron el crecimiento económico sostenido en todos los países de la región, lo que impidió una mejor lucha contra la pobreza. Es momento de trabajar en el planeamiento de las políticas nacionales de desarrollo económico para las próximas décadas y nuestro éxito estará en la velocidad que los países hagan sus ajustes en las reformas que aumenten la productividad de la región.
Las reformas tienen que ir dirigidas a: 1.educación, 2. mercado laboral, 3. inversión en ciencia y tecnología y 4. infraestructura que permita la competitividad en la región.
Nuestro éxito será la innovación y la creatividad. La inversión de Latinoamérica en tecnología representa solo 2% a nivel mundial. El mundo que se avecina será muy competitivo tecnológicamente, será una economía del conocimiento donde la producción de bienes y servicios de mayor valor agregado adquieren una mayor importancia.
Además en la región se hace necesario acelerar: 1. la integración regional, 2. la cohesión social, 3. luchar contra la pobreza, y 4. impulsar programas que promueven el desarrollo sostenible y que mitiguen y se adapten al cambio climático.
En la región se han realizado varios esfuerzos de integración regional. En el caso de Centroamérica debemos destacar el Mercado Común Centroamericano, que representa el proyecto de integración de más larga data y éxito en el mundo en desarrollo. Debemos destacar la decisión de Panamá de adherirse al Tratado Marco de la integración. En el 2001, Plan Puebla-Panamá articuló los esfuerzos de integración de la región. Hoy día encontramos el Proyecto Mesoamérica que une a diez países, en cooperación e integración regional, de aduanas, carreteras, energía y telecomunicaciones.
En América del Sur encontramos la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) que se creó por iniciativa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el 2000, cuyo objetivo es fortalecer la integración física de los doce países, con un desarrollo de las infraestructuras de transporte, energía y comunicaciones e impulsar los cambios en las legislaciones nacionales que faciliten el comercio. Se trabaja ahora en la convergencia de la Unión de Naciones Suramericanas UNASUR/IIRSA.
El crimen organizado y la seguridad democrática es uno de los mayores retos que tienen por delante los gobiernos centroamericanos, México y Colombia, tal como se manifestó en la Cumbre de SICA en San Salvador en julio recién pasado y la Cumbre del Mecanismo de Tuxta en Cartagena en octubre.
Una de las consecuencias de la crisis económica reciente es que se puso en evidencia que el mundo unipolar se terminó; hoy hay una mayor distribución del poder económico, y su desplazamiento de occidente a oriente como eje esencial en las políticas económicas. Esto representa un cambio de valores y cultura que apenas empieza a manifestarse. El dinamismo de oriente garantiza precios elevados para productos primarios que favorecen a Sur América.
Finalmente, quiero destacar que en la lucha contra la pobreza varias programas han demostrado su efectividad. En el caso particular de Costa Rica tenemos : 1. Bono Familiar de la Vivienda, 2. Bono Comunal , 3. Avancemos y 4. el régimen no contributivo de pensiones.
Entre los programas de transferencias condicionadas que han tenido un fuerte efecto redistributivo en la población quiero destacar: Progresa/Oportunidades (1997) que beneficia a 5 millones de hogares en México y la Bolsa Familia (2003) en el que participan 11 millones de hogares en Brasil.
Concluyo que tenemos que tener presente a la hora de formular las reformas económicas y políticas sociales requeridas para el desarrollo de nuestra región que: 1. los intereses de los mercados no siempre coinciden con los del país y 2. la protección social no puede sustituir a un mercado laboral eficiente si queremos competir a nivel mundial. Para erradicar la pobreza extrema y aumentar el crecimiento económico se necesitan reformas tributarias y laborales que nos permita realizar las inversiones en infraestructura, educación y tecnología para aumentar la competitividad y productividad y al mismo tiempo nos permita continuar con políticas sociales que tienen un efecto redistributivo de la riqueza. En esta coyuntura tanto los empresarios como los sindicatos deben ceder ambos para lograr un mejor desarrollo económico que beneficie a la mayoría.
lunes, 8 de noviembre de 2010
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