Glorianna Rodríguez
Los derechos de los menores es un tema
fundamental. En cualquier grupo de seres vivientes la protección de los menores
es primordial. Existen razones biológicas e instintivas para defender a los más
vulnerables. Las criaturas de la selva, operando de premisas meramente
instintivas, son feroces a la hora de proteger sus menores. Para los seres
humanos ese impulso biológico debe conciliarse con otros factores más
sofisticados. La respuesta lejos de ser simple, es absolutamente trascendental.
Es por ello que el tema de los menores
de edad se ha regulado jurídicamente. El primer tratado internacional fue la
Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Niño, en el cual se hacía
referencia a la necesidad de proteger específicamente al niño quien, “por su
falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado
especiales".
Lamentablemente, hoy en día, debido a
la proliferación de conflictos bélicos, los menores de edad verdaderamente
necesitan protección adicional. En 1998 el Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional definió diversos crímenes de guerra. Se incluyó el "Reclutar o alistar niños menores
de 15 años en las fuerzas armadas o grupos o utilizarlos para participar
activamente en hostilidades " (artículo 8(2) (b) (xxvi)); y en caso de
conflicto interno: " Reclutar o alistar niños menores de 15 años en las
fuerzas armadas nacionales o utilizarlos para participar activamente en
hostilidades" (artículo 8(2) (e) (vii)).
A pesar de los numerosos esfuerzos
internacionales, miles de menores alrededor del mundo permanecen en situaciones
intolerables. La ONG Internacional sobre la Infancia Afectada por la Guerra
denunció la existencia de 14.000 niños soldados en Colombia. El reclutamiento
de jóvenes se ha realizado por parte las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC), las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el Ejército de
Liberación Nacional.
Igualmente, en México, diversas
organizaciones civiles han reportado que hay más de 25.000 menores de edad
vinculados con la delincuencia organizada. En su libro, Los Morros del Narco,
el periodista Javier Valdez declaró que la mayoría de los niños y adolescentes
son “carne de cañón”, por lo cual su promedio de vida es de tres años. El
crimen organizado y el narcotráfico han impactado negativamente a estos dos
países. No obstante, el reclutamiento de menores de edad es todavía más
preocupante. Los jóvenes son más impresionables. Al ser expuestos al crimen, se
establecerá un patrón de conducta antisocial.
Sin embargo, el uso de soldados de menores de edad no se limita a
Latinoamérica. Más bien, las peores violaciones ocurren en Liberia y la
República Democrática del Congo. En Liberia el conflicto perdura 14 años.
Consecuentemente, miles de niños han quedado huérfanos, ha sufrido mutilaciones
y han sido reclutados y utilizados como niños soldados. Lastimosamente, tanto
el ex-gobierno de Liberia como los dos grupos de oposición han reclutado
menores de edad. Amnistía Internacional declaró en su reporte anual que se
calcula que hay unos 21.000 niños soldados en Liberia.
En
la República Democrática del Congo también se reclutan menores de edad. Según
Amnistía Internacional es uno de los países con una cifra más alta de niños y
niñas soldados. En 1998 Uganda y Burundi lo invadieron, con la finalidad de
derrocar al gobierno. El resultado fue un conflicto largo y sangriento, el cual
fue descrito por la anterior Secretaria de Estado norteamericana, Madeleine
Albright, como la "primera guerra mundial africana". Cabe señalar que
todas las partes reclutaron a los niños y niñas sistemáticamente. Eso incluyó
tanto al gobierno como a las Fuerzas Armadas Congoleñas (FAC) y los grupos
armados de Kivu Septentrional y Kivu Meridional. En este momento solamente el
gobierno ha cesado el reclutamiento de menores de edad.
La necesidad de regir la vida colectiva
es un reto con el cual debe lidiar cualquier grupo de seres vivientes. Sin
embargo, a diferencia de los más seres vivos, el ser humano no limitará su respuesta
a los parámetros de sus instintos y su biología interna, sino que tomará en
cuenta consideraciones más sofisticadas y contemplará sus valores más
profundos. Ahora bien, en un mundo donde cada vez hay mayor interdependencia
entre los países, resulta necesario establecer un diálogo permanente y unos
ideales universales. Se deben tomar medidas más efectivas para eliminar la
crueldad que enfrentan miles de niños. Permitir el reclutamiento de niños
soldados, es permitir que los más vulnerables sean condenados a una vida de
sufrimiento. Cabe mencionar que la grandeza del ser humano no es su capacidad
de dominio ya sea por la fuerza física o su por su inteligencia, sino su
empatía. El no hacer nada mina por completo nuestra identidad moral.