sábado, 12 de enero de 2013

Víctimas inocentes



  Gloria Álvarez Desanti, PhD

La impunidad ante delitos de abuso sexual es un serio problema en la sociedad India, y se asocia con la violencia y discriminación hacia las mujeres, lo cual no se justifica en un país que ha alcanzado un desarrollo económico y tecnológico al punto de ser considerada por muchos como una potencia emergente.

En diciembre del 2012, en la ciudad de Nueva Dehli, murió una joven estudiante, quien fue brutalmente violada por un grupo de cinco hombres y un joven cuando viajaba en un autobús. Dos días antes, una adolescente de la ciudad de Punjab, víctima de una violación, se suicidó después de que la policía se rehusó a darle seguimiento a su denuncia. ¿Serán estos casos los que cambiarán  la historia en este  país?

Las autoridades generalmente no le dan importancia a los crímenes de esta naturaleza debido al valor cultural- la modestia. Consideran que la forma de vestir o comportarse de las víctimas es lo que provoca el abuso sexual. Es una actitud vergonzosa. En vez de defender la integridad física de las víctimas, éstas y no los agresores son consideradas responsables del ataque, lo cual conduce a la impunidad.  Como resultado, las víctimas no son protegidas sino culpadas.  El sistema mismo termina profundizando su sufrimiento.

Las leyes en la India no protegen los derechos de la mujer, lo que permite que la mayoría de los violadores no sean castigados. En 2011, se reportaron 24.206 casos de violaciones. Considera Human Rights Watch que los casos de abusos sexuales no denunciados superan dicha cifra.

Diversas historias de abusos sexuales han sido reportadas por la prensa internacional. Incluso, los medios de comunicación han señalado que algunos de las peores agresiones fueron sufridas por mujeres en custodia de las autoridades, como el caso de Soni Sori, una maestra de escuela en Chhattissgarh en 2011. Por otra parte, las violaciones perpetuadas por miembros del ejército tampoco son sancionadas debido a que los acusados se amparan  en las leyes de inmunidad del ejército, como en el caso Manorama Devi en  2004.

El brutal abuso sexual a la joven del autobús en diciembre de 2012 desencadenó un movimiento social en contra de la violencia sexual. Se organizaron vigilias y manifestaciones demandando mejores leyes y castigos para los culpables. En particular, urge una ley que tipifique los delitos de abuso sexual, un protocolo médico y policial de cómo recolectar la evidencia y grupos de apoyo que dignifiquen a las víctimas.


Debido a la presión popular, se nombró una comisión para que investigue los hechos.

La violencia sexual es injustificable. Hoy día India está emergiendo como potencia y se está redefiendo como país. Esperamos que las muertes de estas víctimas inocentes generen los cambios requeridos para lograr una sociedad más justa, donde se condenen a los culpables y se garantice la dignidad de las mujeres.  Tico Visión

viernes, 11 de enero de 2013

Cegados y ensordecidos.

Quiero invitarlos a leer el artículo de mi hijo Sebastían Rodríguez,  Cegados y ensordecidos.

"Lo que me parece más interesante del experimento es que los niños siempre fueron capaces de escuchar y percibir la belleza que tenían enfrente"
La Republica PREMIUM