La impunidad ante delitos de abuso
sexual es un serio problema en la sociedad India, y se asocia con la violencia
y discriminación hacia las mujeres, lo cual no se justifica en un país que ha
alcanzado un desarrollo económico y tecnológico al punto de ser considerada por
muchos como una potencia emergente.
En diciembre del 2012, en la ciudad de Nueva
Dehli, murió una joven estudiante, quien fue brutalmente violada por un grupo
de cinco hombres y un joven cuando viajaba en un autobús. Dos días antes, una
adolescente de la ciudad de Punjab, víctima de una violación, se suicidó
después de que la policía se rehusó a darle seguimiento a su denuncia. ¿Serán
estos casos los que cambiarán la
historia en este país?
Las autoridades generalmente no le dan
importancia a los crímenes de esta naturaleza debido al valor cultural- la modestia.
Consideran que la forma de vestir o comportarse de las víctimas es lo que
provoca el abuso sexual. Es una actitud vergonzosa. En vez de defender la
integridad física de las víctimas, éstas y no los agresores son consideradas
responsables del ataque, lo cual conduce a la impunidad. Como resultado, las víctimas no son
protegidas sino culpadas. El
sistema mismo termina profundizando su sufrimiento.
Las leyes en la India no protegen los
derechos de la mujer, lo que permite que la mayoría de los violadores no sean
castigados. En 2011, se reportaron 24.206 casos de violaciones. Considera Human Rights Watch que los casos de
abusos sexuales no denunciados superan dicha cifra.
Diversas historias de abusos sexuales
han sido reportadas por la prensa internacional. Incluso, los medios de
comunicación han señalado que algunos de las peores agresiones fueron sufridas por
mujeres en custodia de las autoridades, como el caso de Soni Sori, una maestra
de escuela en Chhattissgarh en 2011. Por otra parte, las violaciones
perpetuadas por miembros del ejército tampoco son sancionadas debido a que los
acusados se amparan en las leyes
de inmunidad del ejército, como en el caso Manorama Devi en 2004.
El brutal abuso sexual a la joven del
autobús en diciembre de 2012 desencadenó un movimiento social en contra de la
violencia sexual. Se organizaron vigilias y manifestaciones demandando mejores
leyes y castigos para los culpables. En particular, urge una ley que tipifique
los delitos de abuso sexual, un protocolo médico y policial de cómo recolectar
la evidencia y grupos de apoyo que dignifiquen a las víctimas.
Debido a la presión popular, se nombró
una comisión para que investigue los hechos.
La violencia sexual es injustificable.
Hoy día India está emergiendo como potencia y se está redefiendo como país. Esperamos
que las muertes de estas víctimas inocentes generen los cambios requeridos para
lograr una sociedad más justa, donde se condenen a los
culpables y se garantice la dignidad de las mujeres. Tico Visión