domingo, 18 de diciembre de 2011

El futuro del euro


Ennio Rodríguez

Quizás el principal argumento para salvar el euro es el riesgo sistémico para la economía mundial que abandonarlo significa. La eurozona (diecisiete países) podría caer en una severa recesión, con impacto inmediato para la Unión Europea –UE– (veintisiete países, y Croacia en proceso de ingreso a partir de la reciente Cumbre de Bruselas), consecuencias severas para la periferia europea, el contagio para los Estados Unidos y el resto del mundo.

La Cumbre de Bruselas empieza a ser percibida como insuficiente. Establece un nuevo mecanismo de salvamento, otorga liquidez al Fondo Monetario Internacional y reitera las reglas de disciplina de Maastricht (déficit inferior al 3%), pero con mayor supervisión.

El Banco Central Europeo (BCE) reaccionó con cautela, se mantiene como prestamista de última instancia para los bancos comerciales, pero no para los países. Este resultado podría ser delicado. Los bancos tendrían acceso a recursos baratos, con los que podrían comprar bonos soberanos de alto rendimiento (presionados por los Gobiernos) con altas ganancias de corto plazo, pero esto podría incubar una nueva crisis bancaria en un futuro cercano.

Los resultados de la Cumbre de Bruselas deben ser ratificados por los parlamentos nacionales. Es fácil predecir que en muchos de los veintiséis países (excluido el Reino Unido), esto no ocurrirá, pues miembros de coaliciones gobernantes ya han indicado su renuencia a votar afirmativamente.

Al reafirmar la disciplina fiscal y ningún mecanismo de transferencias comunitario, los países en dificultades solo podrán ajustarse mediante una contracción de sus economías mediante reducciones salariales, debilitamiento de los sistemas de pensiones y disminuciones del gasto público, entre otros. Es decir, todas medidas impopulares que harán perder las elecciones a todos los partidos que las implementen. Estos países no tienen opciones de devaluación de sus monedas ni opciones de ajuste keynesiano, por lo que el único camino que les queda es una fuerte contracción. Fracasarán en las urnas o las calles.

Dentro de esta perspectiva, el euro no parece haber abandonado el camino de una muerte anunciada. No obstante, quizás los líderes europeos compraron tiempo para hacer conciencia de que salvar el euro requiere decisiones más fuertes. Estas podrían, incluso, permitir al BCE comprar deuda soberana de sus países miembros (actualmente inhibido de hacerlo) y arriesgar inflación en la eurozona. Pero esto va contra el ADN alemán luego de la experiencia de los años treinta del siglo pasado. Otra alternativa es profundizar la unión fiscal, permitiendo, por ejemplo, la emisión de eurobonos. Esto o mecanismos más directos de transferencias, significarían que los países más responsables fiscalmente como Alemania y los países escandinavos transfieran recursos de los impuestos de sus ciudadanos a países que no manejaron bien sus finanzas. La dificultad política de explicar estas decisiones es evidente.

En definitiva, los mercados parecen estar leyendo que las decisiones de Bruselas son insuficientes, con lo cual coincido. El camino seleccionado tropezará. Si se quiere salvar el euro, debe profundizarse la unión, permitir decisiones de impacto inflacionario (lo cual debilitaría al euro, y esto les conviene a los países en dificultades) o mayor integración fiscal con subsidios comunitarios directos.

Abandonar al euro (de hecho, la moneda alemana, pero común a diecisiete) puede percibirse como el fracaso de la UE y enviarla a una fuerte recesión, y con ella a la economía mundial. Sería ir por caminos nunca transitados anteriormente. Si esta última fuese la decisión, debería tomarse de manera ponderada y considerando consecuencias para mitigarlas. El peligro es que se llegue sin previsión alguna al fracasar las insuficientes decisiones tomadas.

En resumen, salvar el euro requiere de estadistas, pero desmontarlo también. El hundimiento del euro, el peor escenario mundial, solo requiere de políticos temerosos.

http://www.nacion.com/2011-12-19/Opinion/el-futuro-del-euro.aspx

domingo, 20 de noviembre de 2011

¿Qué pasa en Costa Rica?


Gloria Alvarez Desanti, Ph.D

Surgen grandes interrogaciones porque si nos perfilamos como uno de los países más democráticos de la región, sin gasto militar, con uno de los mejores índices de desarrollo humano de la región latinoamericana, ¿qué pasó que nos quedamos relegados? ¿Qué sucedió?

El análisis del desarrollo económico de otros países nos demuestra que una de las condiciones es que la economía crezca a más del 7%. Con ellos se genera más empleo. Ejemplo de ello son India y China. Países muy diferentes ideológicamente, con organizaciones sociales distintas, pero ponen en evidencia que lo económico determina el bienestar social al permitir reducir la pobreza. Pero el bienestar de la mayoría va a depender de si se logra distribuir la riqueza, en contraste con la dominación económica de unos grupos sobre los más vulnerables. Pero, en general, en el desarrollo de las sociedades, se puede ver cómo si bien el control económico está presente, las variables ideológicas juegan también su papel. Tal vez esto no sea tan evidente. Veamos lo que ha sucedido en nuestro país.

Muchos se preguntan por qué Lula fue exitoso en la lucha contra la pobreza en Brasil. Su gobierno tuvo varias ventajas. La principal, lo precedió el Presidente Cardoso, quien hizo las reformas económicas que debía hacer, los frutos políticos fueron de Lula. La historia es ingrata y no se reconoce lo que hizo este intelectual de izquierda quien enfrentó al capital. Además, Brasil, Argentina y Perú venden materias primas a China y esto hace una diferencia. Sus economías han crecido a tasas muy altas y el comercio recíproco también despunta.

El crecimiento económico es el motor del desarrollo. Costa Rica no dio el salto necesario para impulsarlo en los 90, eran necesarias, entre otros, una mayor inversión en infraestructura, el control de la inflación y una reforma fiscal. Los beneficios de una democracia de tantos años caracterizada por gobiernos socialdemócratas y socialcristianos no se aprovecharon. Muchos han planteando una supuesta batalla contra los neoliberales, cuando la realidad es que hoy día la izquierda costarricense y los sindicatos se unen a los libertarios, para defender los intereses de los más pudientes. El enemigo común: la reforma fiscal, los impuestos para financiar al Estado costarricense.

Gramsci diría "vean cómo opera la ideología dominante, ANFE paga la campaña de los payasos y la defienden la izquierda y los sindicatos". Y yo me pregunto, ¿quién defiende a los pobres? La clase media también defiende los interese de otros, víctimas de una distorsión de la realidad. La clase media no se da cuenta que la educación gratuita los beneficia, que la seguridad es una necesidad y que la debe pagar el Estado. A menos impuestos, menos servicios eficientes tiene el pueblo. Menos salarios decentes tienen los maestros y los policías.

Los ricos seguirán gastando, pagarán por su seguridad, mandarán sus hijos a colegios privados y universidades privadas. Eso sí, sin pagar impuestos, pues ellos necesitan menos al Estado y no quieren ser solidarios.

Además, contrario a los argumentos de las derechas y las izquierdas criollas, cuando del IVA se excluyen los productos de la canasta básica este se convierte en un impuesto progresivo. Incluso, quizás debería ser de un 18% como en Chile y Uruguay y financiar así más programas sociales e inversión en infraestructura. El instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas ha demostrado que la reforma fiscal propuesta por el gobierno es progresiva. Pero además, debe recordarse que la justicia social se logra de manera fundamental mediante el gasto y para que este pueda ocurrir debe haber ingresos fiscales.

En nuestra realidad, los gremios luchan por su interés de manera abierta en contra del bien común, por ejemplo los médicos de la CCSS, los sueldos desproporcionados de algunos profesores y autoridades universitarias. ¿Quién cuestiona esto?

Además, se defienden a las zonas francas, sin importar las consecuencias para los gobiernos locales. Los vecinos de los cantones donde se ubican estas zonas deben subsidiar a las grandes transnacionales? Por otro lado, se defienden los intereses de productores de arroz quienes, no son solo labriegos sencillos, aunque se actúe en contra de los consumidores pobres.

Decía Gramcsi, que el capitalismo llegaría a tener el control a través de la cultura hegemónica, este control ideológico se daría cuando los valores de los grupos dominantes se convirtieran en los valores de todos y las clases trabajadoras los adoptaran y lucharan por mantener el statu quo. ¿Será esto lo que sucede en Costa Rica?

viernes, 11 de noviembre de 2011

¿Por qué India?

Ennio Rodríguez Economista ennio.rodriguez@gmail.com

Conforme el baricentro económico se desplaza de occidente a oriente, cada vez a velocidades más aceleradas, debido tanto a la crisis de occidente como a la forma en que la han enfrentado, dos gigantes, cada uno con más de un sexto de la población mundial, pasarán a ejercer su influencia en esferas que trascienden lo económico. Posiblemente, los dos grandes emporios de la segunda mitad del siglo XXI serán Shanghái y Mumbái. Corresponden a dos modelos particulares de capitalismo autoritario en China y capitalismo democrático en India. Sin embargo, ninguno de los dos puede entenderse únicamente a partir de estos conceptos típicamente occidentales.

En 28 años, China ha logrado sacar de la pobreza a 700 millones de habitantes. Esto no tiene precedentes en la historia mundial. Se requiere, evidentemente, mayor estudio de este fenómeno inédito de desarrollo económico. No obstante, algunos observadores como Reuben Abraham, han señalado que no fue a partir de políticas públicas sociales, sino de crear el clima de negocios para que entes públicos y privados florecieran en el mercado. El éxito parece haberse logrado a partir de creación de nueva riqueza basada en el mercado y no de redistribución de la ya existente.

India viene rezagada con respecto a su vecino. Sus empresas no alcanzan las dimensiones ni la competitividad de sus rivales chinas u occidentales (The Economist estima que se demorarán un par de décadas) y se mantienen como conglomerados familiares sin especialización sectorial y sin inversionistas institucionales. Es un modelo empresarial todavía incipiente, tal como el que se observa en América Latina, y con corrupción pública rampante, que los grupos medios empiezan a combatir fuertemente.

Si se le compara con China, también es evidente su rezago en infraestructura y el sector informal todavía proporciona el 40 % del empleo. En lo social, el sistema de castas sigue pesando como un lastre. No obstante, a su favor, y en contraste con China, las empresas indias han incursionado en la frontera tecnológica y cuentan con una cantera de profesionales de universidades tecnológicas propias que rivalizan con las mejores de Estados Unidos y el Reino Unido.

Tradición de diálogo. El mundo contemporáneo globalizado enfrenta grandes desafíos producto de poner en contacto a diferentes culturas y tradiciones religiosas. Se requiere una visión y actitud que supere el eurocentrismo del siglo XX. Pues bien, India ha enfrentado con éxito desafíos semejantes. Como señala Amartya Sen en su libro The Argumentative Indian, este país se ha caracterizado por la tolerancia, la aceptación de la heterodoxia y el escepticismo, lo cual ha desembocado en una tradición de diálogo.

La democracia más grande del mundo parte de la aceptación de su diversidad y el respeto a sus tradiciones milenarias, y sus métodos de convivencia se fundan en el diálogo y no en la represión o intolerancia. Ha resuelto en su propio macrocosmos, lo que a nivel global se percibe aún como choque de civilizaciones.

¿Puede la India servir de ejemplo y exportar esa esencia de su civilización? La verdad es que está en una situación ideal para ejercer el llamado soft power, como lo definió Nye, la capacidad de un país de influir en la conducta de otros por medio de la atracción de su cultura, valores e ideas (mientras que el hard power se basa en acciones militares o incentivos económicos). Para empezar, India no tiene herencias negativas del ejercicio del hard power. En contraste con China, no tiene una historia de invasiones en el este y el sudeste de Asia, ni disputas en el mar de de China Meridional. Pero además, tiene a Bollywood que ya sobrepasó a Hollywood en la producción cinematográfica. Tiene el prestigio de la revolución no violenta de Ganhdi y, hoy, la imagen de alta tecnología. Finalmente, la influencia de la cocina india es universal.

Pero quizás, para asumir un mayor liderazgo mundial, India deberá demostrar su hard power en el terreno del crecimiento económico, para lo cual deberá regresar a tasas de crecimiento del 10% por año (frente al 7% actual) de una manera sostenida para lograr su transformación económica. Manmohan Singh inició una revolución económica, primero como ministro de Hacienda y luego como Primer Ministro. En 1992 sacó a India de la ineficiente planificación socialista al estilo soviético, e inició la liberalización de su economía y la sometió a la competencia. La respuesta en crecimiento ha sido extraordinaria.

No obstante, los Índices de Hambre Global, si bien muestran mejorías importantes al pasar de 30,4 en 1990 a 23,7 en el 2011, todavía son muy elevados. Evidencia de que la reforma debe continuar: el Estado sigue grande y esclerótico, incapaz de una gobernanza moderna, la justicia es lenta y el rezago en infraestructura es asfixiante. India deberá demostrarse y demostrar a todos que está dispuesta a dar el salto al desarrollo y asumir así una posición de liderazgo regional y mundial.

Si se diera una adecuada combinación de soft y hard power, India podría convertirse en el centro de un nuevo renacimiento del siglo XXI, multicultural y democrático, donde florecen las artes, pero también eficiente y capaz.

http://www.nacion.com/2011-11-10/Opinion/-por-que-india-.aspx

lunes, 7 de noviembre de 2011

La Cultura de la Impunidad

Glorianna Rodríguez

Hoy día se puede afirmar que los países de Suramérica finalmente están cerrando algunos de los capítulos de su historia caracterizados por la violencia y la oscuridad. Cabe señalar que en Argentina un tribunal dictó sentencia sobre dieciocho personas acusadas de crímenes contra la humanidad. Los acusados trabajaron en la Escuela de Suboficiales de Mecánica de la Armada, uno de los centros clandestinos en los cuales se torturaron y “desparecieron” personas durante el último gobierno militar (1976-1983). Entre los sentenciados se incluyó Alfredo Astiz, conocido como “El Ángel de la Muerte”, y que recibió cadena perpetua.

Por otro lado, Uruguay acaba de revocar una ley de amnistía de 1986 por crímenes cometidos durante el gobierno militar (1973-1985). Esto es reflejo de un fenómeno regional. En Perú, el ex-presidente Alberto Fujimori fue condenado por crímenes cometidos durante los 1990; mientras que en Chile, en su momento, también se le levantó la inmunidad de Pinochet para que fuera juzgado por los crímenes cometidos durante su dictadura.

Todo demuestra que la región efectivamente ha iniciado una nueva etapa en su transición de las dictaduras a verdaderas democracias. Este sistema político no se limita a las elecciones periódicas y libres. Más bien, es un concepto profundo el cual requiere un compromiso social para establecer un estado de derecho. Un paso esencial es luchar contra la impunidad, es decir asegurarse que nadie esté por encima de la ley. Es un paso que solamente se ha tomado en Suramérica.

A contrario sensu, en Centroamérica los países más afectados por crímenes de los gobiernos militares han optado por otro camino. En El Salvador, Guatemala y Honduras los gobiernos han preferido concederles amnistías a las juntas militares.

La decisión de fiscalizar los crimines de un gobierno militar u ofrecer amnistía es polémica y compleja. Incluso en el ámbito internacional este es un punto fuertemente discutido, y cada posición tiene sus méritos. El profesor Jack Synder ha señalado que para crear las condiciones para la paz hay veces que se requiere negociar con malhechores en el corto plazo para eliminarlos como un obstáculo para la paz. Según su criterio, las amnistías permiten estabilizar zonas de conflicto, lo cual se logró, por ejemplo en Mozambique y Sudáfrica. Por el contrario, Richard Dicker afirma que las investigaciones de Human Rights Watch, han demostrado que la paz condicionada por las amnistías que conceden inmunidad por crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad no es sostenible. Peor aún, se establece un precedente de impunidad de las atrocidades que alienta abusos en el futuro.

En este contexto, los ejemplos de Guatemala, El Salvador y Honduras son preocupantes. La profesora Jo Marie-Burt señala que la violencia de las guerras civiles de los 1980 ha sido reemplazada por la violencia del narcotráfico. Según su criterio esto es resultado de una cultura de impunidad provocada por las leyes de amnistía.

Centroamérica, lejos de mejorar sus situaciones políticas y sociales, se encuentra ante una coyuntura amenazadora debido a la falta de seguridad y la violencia. Según Carga Global de la Violencia Armada, publicada el 27 de Octubre de 2011 en Ginebra, El Salvador fue el país más afectado por la violencia letal entre 2004 y 2009, mientras que Honduras fue el quinto y Guatemala el sétimo en el mundo.

Por otro lado, algunas de las personas sospechosas de los abusos durante las guerras civiles siguen en posiciones de poder. Otto Pérez Molina quien se perfila como ganador de las elecciones, fue un general durante la guerra civil guatemalteca de 1960-1996. Se estima que más de 200,000 personas fueron asesinadas durante esa época. Fernando Girón representante de Myrna Mack, una organización de derechos humanos, afirma que “ninguna persona que fue militar durante esa época es inocente de los hechos”. Sin embargo, hasta el momento nadie ha logrado presentar evidencia que lo vincule directamente con las muertes. Su popularidad se debe a creciente inseguridad. Debido al narcotráfico, Guatemala se ha convertido uno de los países más peligrosos del mundo. Durante la campaña electoral, treinta y cinco activistas o candidatos para puestos públicos han sido asesinados. Por otro lado, el partido de Pérez Molina excedió el límite de dinero permitido para la campaña presidencial. Pero nunca se reveló origen del dinero.
El Salvador, Honduras y Guatemala hoy día tienen sistemas políticos mucho más democráticos. Pero a la impunidad de las guerras civiles, la desigualdad social y la pobreza, se introdujo el crimen organizado transnacional, el cual se ha articulado con las pandillas y maras El resultado ha sido un incremento de la violencia. ¿Cuándo podrán estos pueblos disfrutar de justica y paz?

lunes, 31 de octubre de 2011

La Internet y los Derechos Humanos

Glorianna Rodríguez

El 25 y el 26 de octubre de 2011 se realizó la primera Conferencia de Derechos Humanos en el Silicon Valley. La finalidad de esta conferencia era explorar cómo los nuevos medios de comunicación pueden ser instrumentos en la defensa de los derechos humanos. En la conferencia participaron Google, Facebook, Yahoo, Skype, Mozilla y representantes de la sociedad civil. Entre los invitados estaba Alaa abd el Fattah, el blogero egipcio cuya labor fue esencial en las manifestaciones en contra el ex-presidente Mubarak.

Se discutió el papel que deben desempeñar las compañías cuyas tecnologías se utilizan para llevar a cabo activismo político y social. Se analizó cómo esas empresas deben reaccionar ante los abusos por parte de los gobiernos. En algunos casos, esas tecnologías de la información se han usado incluso para reprimir o espiar a los activistas. Cabe señalar que a raíz de este dilema se creó el Global Network Initiative. Esta iniciativa se basa en el principio de la libertad de expresión y la privacidad establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Organización Internacional Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

El papel que ha desempeñado la tecnología de la información en la sociedad siempre ha sido de suma importancia. Anterior a la Revolución Francesa, la imprenta permitió que las sociedades de pensamiento y los revolucionarios difundieran las ideas filosóficas que serían el eje del pensamiento moderno. Esencialmente, la imprenta ayudó a formar la conciencia individual y propagar el ideal de la justicia social. Igualmente, las redes sociales han sido esenciales en el mundo contemporáneo: ayudaron a canalizar el descontento social que impulsó los movimientos democráticos. En Egipto, los activistas manifestaron su descontento y coordinaron las protestas de la Plaza de Tahrir por medio de Facebook.

Se puede afirmar que la tecnología tiene el potencial de ser un instrumento de progreso y un recurso vital para promover los derechos humanos. El carácter internacional de las redes sociales permitieron a los activistas de Irán y Egipto comunicarse con el mundo entero. Las declaraciones de los manifestantes y los videos de las protestas se difundieron instantáneamente. Por otro lado, los nuevos medios de comunicación permiten que los activistas documenten la violencia y otros abusos que sufren a raíz de su causa. Cabe recordar que la recolección de datos es de suma importancia en la promoción de los derechos humanos, ya sea para creer conciencia respecto a los abusos o para documentar casos ante una corte internacional.

Sin embargo, tampoco se debe equiparar la tecnología con el progreso. Si bien es cierto, que es un recurso primordial para los activistas, la tecnología también puede ser manipulada por los gobiernos. El gobierno iraní ha utilizado las cuentas de Facebook y Twitter para determinar quiénes son los manifestantes. Un vez identificados, la vida de esos activistas corre riesgo. En Egipto, las acciones del gobierno fueron todavía más dramáticas. Para tratar de debilitar a los manifestantes, bloquearon Internet por completo. En fin, los medios de comunicación, por sí solos no son necesariamente ni progresistas ni represivos. En este sentido, la tecnología es neutral. Depende del uso que se les de.

La Conferencia señala un nuevo capítulo en la promoción de los derechos humanos, debido al interés que han manifestado las empresas de alta tecnología. Los nuevos medios de comunicación se han convertido en un agente importante en la dinámica social. Su efecto sobre las relaciones interpersonales es evidente y profundo; también han logrado incidir en el discurso y la praxis política. Su capacidad de influir la sociopolítica probablemente seguirá aumentado. No obstante, no se debe presumir que la tecnología en sí misma será una especie de brújula que guiará la humanidad hacia el progreso y respecto por los derechos humanos. La tecnología es un instrumento muy poderoso. Pero no es ni un espejo que refleja la sociedad pasivamente ni una brújula que puede guiar grandes avances sociales. Más bien, la tecnología es como una especie de lupa que magnifica e intensifica los factores subyacentes.


martes, 25 de octubre de 2011

¿La democracia del otoño?

Glorianna Rodríguez

En enero de este año, mediante una serie de protestas en el Túnez, los activistas lograron derrotar al dictador Zine el-Abidine Ben Ali. Es por ello que Túnez fue la cuna del movimiento que se ha denominado la primavera árabe y la musa de todos los movimientos posteriores. Sin embargo, hoy día, Túnez se encuentra ante una nueva coyuntura política y social. El 23 de octubre los tunecinos eligieron una asamblea cuyas labores incluyen redactar una nueva constitución política y, consecuentemente, de establecer su régimen político.

Históricamente, la transición entre un movimiento popular y un nuevo modelo político siempre ha sido enmarañada. Cabe señalar que la Revolución Francesa empezó en 1789 como una protesta en contra del monarca absoluto, inspirado por los conceptos de libertad, fraternidad e igualdad, provenientes de la filosofía ilustrada. Sin embargo, la Revolución terminó con el golpe de estado de Napoleón en 1799. Lastimosamente, cabe mencionar que los revolucionarios por más que

desearan cambiar la dinámica social, no estaban adecuadamente preparados para lidiar con las complejidades de organización política inherentes a cualquier grupo de seres humanos. Para muchos su aspiración se había limitado a la adquisición del poder; pues, la adquisición el poder político había sido la vez su objetivo y su solución. No obstante, al consolidar su poder, descubrieron que esto en sí no resolvería el malestar social. Y la verdad es que no estaban preparados para lidiar con los dilemas sociales ni habían previsto un verdadero modelo social a seguir. La ausencia de liderazgo inevitablemente provocó una inestabilidad política, social y económica. De tal modo que cuando surgió la dictadura de Bonaparte, gran parte de la sociedad lo apoyó; pues él les ofreció la posibilidad de obtener el orden, el trabajo y por lo tanto su pan cotidiano.

Por otro lado, la revolución islámica en Irán de 1979 demuestra otro antecedente preocupante. La revolución empezó en 1977 como un movimiento de desobedeciencia civil. Inicialmente, el movimiento era una colaboración entre grupos religiosos y seculares, unidos por su deseo de derrotar al Shah Mohammad Reza Pahlavi. Sin embargo, al provocar su exilio los diferentes grupos se fragmentaron. De 1979 hasta 1982, Irán entró en una “crisis revolucionaria” en la cual el gobierno y las fuerzas militares habían colapsado. Ese periodo terminó cuando Khomeini derrotó a los opositores para consolidar su poder. El historiador Zabih ha comentado que "lo que comenzó como una auténtica revolución popular y anti-dictatorial, basado en una amplia coalición de todas las fuerzas anti-Shah pronto se transformó en una toma de poder por los fundamentalistas islámicos”.

Ante estos antecedentes históricos de Francia e Irán, cabe preguntarse si Túnez logrará una verdadera metamorfosis sociopolítica. Cabe señalar que Túnez ha dado algunas señas positivas. En agosto se convirtió en el primer país árabe en aprobar, sin reserva alguna, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. Según Nadya Khalife de Human Rights Watch, esta decisión demuestra el compromiso de Túnez con los derechos de las mujeres. Sin embargo, las encuestas han demostrado que el partido islámico, al-Nahda podría obtener el 20% del voto, lo cual ha agitado a los secularistas. En octubre 16, realizaron una protesta para afirmar su deseo por un estado secular y liberal. No obstante, el número de personas que comparten esta tesis todavía está por definirse.

En fin, para impulsar una transformación política no basta el descontento social. Se requiere ir más allá de las palabras y las protestas, se hace necesaria una labor más compleja mediante la cual se establezcan las instituciones y los sistemas que materialicen sus valores. Ese es el desafío que hoy confronta Túnez: la cristalización institucional de un nuevo sistema de valores. Los precedentes mencionados se hicieron con el propósito de ilustrar la dificultad del tránsito en Túnez. Pero cabe mencionar que la historia nunca se repite a sí misma, pues ni la democracia ni las sociedades se pueden reducir a simples ecuaciones, sino que son odiseas a través de su propio laberinto.

(newsjunkie24@gmail.com)

martes, 18 de octubre de 2011

¿Quién viola los derechos humanos?

Glorianna Rodríguez

Los derechos humanos encuentran sus raíces filosóficas en la Ilustración, cuyo objeto de análisis fue la relación entre el individuo y el Estado. Para filósofos como Locke y Voltaire era importante señalar la existencia de ciertos derechos inherentes a todo ser humano autónomos de la voluntad estatal.

Esa concepción se convirtió en la premisa fundamental de la doctrina. Cabe mencionar que en documentos como la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos y la Declaración de los Derechos del Hombre de Francia, se afirmarían ciertos derechos fundamentales. Empero, sería solo después de las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial que se daría la necesaria voluntad política para legalizarlos internacionalmente. Es por ello que se promulga la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948.

No obstante, ese paradigma clásico del individuo y el Estado resulta insuficiente ante nuestro escenario contemporáneo. Cabe mencionar que anteriormente, el Estado había monopolizado el uso de la fuerza. Max Weber señaló que “el uso de la fuerza solo se considera legítimo cuando es permitido o prescrito por el Estado”. En ese marco, se contempla como posibles violaciones a los derechos humanos aquellos cometidos por el Estado. No se toman en cuenta, por lo tanto, los posibles abusos de actores no estatales, como empresas trasnacionales, organizaciones no gubernamentales, organizaciones internacionales. De esos actores no estatales los más complejos son los “actores no estatales violentos”. Según el International Relations and Security Network, dentro de esa clasificación se incluyen las milicias, las fuerzas paramilitares, los grupos terroristas, las insurgencias, el crimen organizado y las pandillas.

En el contexto latinoamericano los abusos de los actores no estatales cada vez son más severos. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, la mayor preocupación para la región dejó de ser las represiones estatales o la pobreza. Más bien, hoy día el mayor reto es la inseguridad ante la creciente presencia del crimen organizado y las pandillas.

Cabe mencionar, que las Naciones Unidas han determinado que convenios internacionales también se pueden aplicar a los actores no estatales. Conforme el Art. 30 del Convenio de 1948 se afirma que su aplicación se refiere al Estado, personas o grupos. Por otro lado, los Juicios de Núremberg son precedente importante debido a que establecen que los individuos pueden ser juzgados por responsabilidad criminal ante una instancia internacional.

En 2008, mediante la Resolución 62/152 de la Asamblea General, Margaret Sekaggya exploró el tema de los derechos humanos ante los abusos de actores no estatales. Ella identificó que los mayores problemas eran la impunidad y la falta de colaboración entre los sectores estatales e internacionales. Cabe mencionar que Kofi Aman advirtió que uno de los mayores retos de la ONU era “adaptarse plenamente a las necesidades y circunstancias del siglo XXI”.

El mundo se encuentra en una nueva etapa histórica cuyas repercusiones son dramáticas y profundas. Uno de los cambios más radicales es el surgimiento de actores no estatales. Algunos instrumentos legales como los convenios internacionales se pueden extender a las amenazas, por otro lado, existen los precedentes jurídicos mencionados. Lastimosamente, el desarrollo jurídico de los derechos humanos permanece arraigado a un paradigma cuyo análisis se limita a un mundo que ha dejado de existir al enfocarse en los estados como el posible centro de las violaciones a los derechos humanos.

Los derechos humanos parten de la filosofía ilustrada cuyo objeto de análisis es la relación entre el individuo y el Estado. Hoy día los derechos humanos y el sistema internacional deben responder ante un nuevo interrogante: la relación entre los individuos y el Estado y los actores no estatales.