viernes, 24 de febrero de 2012

Niños soldados



Glorianna Rodríguez

Los derechos de los menores es un tema fundamental. En cualquier grupo de seres vivientes la protección de los menores es primordial. Existen razones biológicas e instintivas para defender a los más vulnerables. Las criaturas de la selva, operando de premisas meramente instintivas, son feroces a la hora de proteger sus menores. Para los seres humanos ese impulso biológico debe conciliarse con otros factores más sofisticados. La respuesta lejos de ser simple, es absolutamente trascendental.

Es por ello que el tema de los menores de edad se ha regulado jurídicamente. El primer tratado internacional fue la Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Niño, en el cual se hacía referencia a la necesidad de proteger específicamente al niño quien, “por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales".

Lamentablemente, hoy en día, debido a la proliferación de conflictos bélicos, los menores de edad verdaderamente necesitan protección adicional. En 1998 el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional definió diversos crímenes de guerra. Se incluyó el  "Reclutar o alistar niños menores de 15 años en las fuerzas armadas o grupos o utilizarlos para participar activamente en hostilidades " (artículo 8(2) (b) (xxvi)); y en caso de conflicto interno: " Reclutar o alistar niños menores de 15 años en las fuerzas armadas nacionales o utilizarlos para participar activamente en hostilidades" (artículo 8(2) (e) (vii)).

A pesar de los numerosos esfuerzos internacionales, miles de menores alrededor del mundo permanecen en situaciones intolerables. La ONG Internacional sobre la Infancia Afectada por la Guerra denunció la existencia de 14.000 niños soldados en Colombia. El reclutamiento de jóvenes se ha realizado por parte las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el Ejército de Liberación Nacional.

Igualmente, en México, diversas organizaciones civiles han reportado que hay más de 25.000 menores de edad vinculados con la delincuencia organizada. En su libro, Los Morros del Narco, el periodista Javier Valdez declaró que la mayoría de los niños y adolescentes son “carne de cañón”, por lo cual su promedio de vida es de tres años. El crimen organizado y el narcotráfico han impactado negativamente a estos dos países. No obstante, el reclutamiento de menores de edad es todavía más preocupante. Los jóvenes son más impresionables. Al ser expuestos al crimen, se establecerá un patrón de conducta antisocial.

Sin embargo, el uso de soldados de  menores de edad no se limita a Latinoamérica. Más bien, las peores violaciones ocurren en Liberia y la República Democrática del Congo. En Liberia el conflicto perdura 14 años. Consecuentemente, miles de niños han quedado huérfanos, ha sufrido mutilaciones y han sido reclutados y utilizados como niños soldados. Lastimosamente, tanto el ex-gobierno de Liberia como los dos grupos de oposición han reclutado menores de edad. Amnistía Internacional declaró en su reporte anual que se calcula que hay unos 21.000 niños soldados en Liberia.

En la República Democrática del Congo también se reclutan menores de edad. Según Amnistía Internacional es uno de los países con una cifra más alta de niños y niñas soldados. En 1998 Uganda y Burundi lo invadieron, con la finalidad de derrocar al gobierno. El resultado fue un conflicto largo y sangriento, el cual fue descrito por la anterior Secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, como la "primera guerra mundial africana". Cabe señalar que todas las partes reclutaron a los niños y niñas sistemáticamente. Eso incluyó tanto al gobierno como a las Fuerzas Armadas Congoleñas (FAC) y los grupos armados de Kivu Septentrional y Kivu Meridional. En este momento solamente el gobierno ha cesado el reclutamiento de menores de edad.

La necesidad de regir la vida colectiva es un reto con el cual debe lidiar cualquier grupo de seres vivientes. Sin embargo, a diferencia de los más seres vivos, el ser humano no limitará su respuesta a los parámetros de sus instintos y su biología interna, sino que tomará en cuenta consideraciones más sofisticadas y contemplará sus valores más profundos. Ahora bien, en un mundo donde cada vez hay mayor interdependencia entre los países, resulta necesario establecer un diálogo permanente y unos ideales universales. Se deben tomar medidas más efectivas para eliminar la crueldad que enfrentan miles de niños. Permitir el reclutamiento de niños soldados, es permitir que los más vulnerables sean condenados a una vida de sufrimiento. Cabe mencionar que la grandeza del ser humano no es su capacidad de dominio ya sea por la fuerza física o su por su inteligencia, sino su empatía. El no hacer nada mina por completo nuestra identidad moral.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Doña Gloria,

Me gusta los temas que su hija escribe, la claridad y rigor son excelente. Any