Gloria Álvarez Desanti Ph.D.
Ennio se recupera satisfactoriamente de su operación de triple bypass coronario. Les agradezco a todos ustedes sus manifestaciones de aprecio y buenos deseos para nuestra familia. La enfermedad de Ennio nos permitió conocer muchas familias que pasaban por las mismas angustias y valorar los servicios de la Caja. Quiero invitarlos a leer el artículo que escribió Ennio sobre su vivencia hospitalaria.
Muchos cariños de parte de la familia Rodríguez Álvarez
Nuestra Caja
Debemos cuidar y fortalecer nuestra Caja, es la joya y pilar de la democracia social
Ennio Rodríguez Economista ennio.rodriguez@gmail.com
Los habitantes de este país tenemos acceso a servicios médicos y hospitalarios de primer orden. Este es un activo nacional invaluable y un baluarte de la solidaridad real, expresada como oportunidades de salud para todos.
Ingresé al Servicio de Emergencias del Hospital Calderón Guardia con dolor en el pecho. Lo que siguió fue una cadena de aciertos médicos que probablemente salvaron mi vida; pero también experiencias humanas que se quedarán conmigo.
Luego de determinar que no se trataba de un infarto, me dejaron en observación. Durante esas largas horas de espera, me senté al lado de una persona amable. Hicimos una amistad rápida y fácil. Hablamos de todo, de política, del servicio público, de economía, la familia, de la vida, los hijos, en fin, una conversación amena y tranquila, mientras nos hacían electrocardiogramas y otros exámenes. Ninguno de los dos fue dado de alta. Nos dejaron internados para más exámenes y observación. Esa noche fue la última de Mario. A pesar de la mejor atención médica, tuvo dos infartos fulminantes. Su esposa, Ana Virginia, conversa frecuentemente con mi esposa Gloria.
Había una explicación confirmada de mi dolor de pecho: una esofagitis.
Sin embargo, los médicos no se dieron por satisfechos, a pesar de resultados negativos de múltiples exámenes. Finalmente, un medio de contraste radioactivo, mediante un “scan”, dio positivo. Un cateterismo permitió el diagnóstico certero, tres arterias coronarias bloqueadas. Recomendación: bypass triple.
En la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) tuve varias experiencias positivas, en contraste con mis experiencias hospitalarias en otros países. Destaco la presencia médica permanente y visitas periódicas de equipos de especialistas rodeados de sus estudiantes avanzados, diagnósticos y estrategias en revisión constante; y la cantidad de enfermeras, asistentes y auxiliares, quienes en definitiva son los que curan, pero lo más sorprendente, su trato humano, buen humor y disposición al servicio. Cuando se padece dolor y mucho malestar, esto valora todavía más que en otras circunstancias.
Amistades. Cuando ingresé a la UCI conocí a Pastor, quien estaba próximo a irse a su casa en Guápiles, iba adelante en el mismo proceso que yo apenas iniciaba y amablemente me guió y dio consejos sobre lo que me esperaba. Hicimos amistad, como también lo hicieron nuestras familias. Ahora nos hablamos por teléfono para comparar notas sobre la evolución de nuestra salud. Tenemos pendiente visitarnos a nuestras casas a tomarnos un cafecito.
Conocí mucha gente especial. Las hermanas Montoya me prestaron un vestidito que había engalanado a nuestra Virgen de los Ángeles para que me acompañara la noche anterior a mi operación. Su hermano había sido operado dos días antes que yo.
Acudí a mi primera visita a consulta externa luego de la operación. El esfuerzo de llegar hasta los consultorios me dejó descompuesto. Un señor, también de apellido Rodríguez, al verme, le preguntó a Gloria si yo había sido operado de corazón, como él. Tres meses después, ya manejaba su propio carro. Nos contó su caso. También le descubrieron una enfermedad coronaria asintomática como la mía a raíz de un malestar que sintió. Evidencia de que los aciertos de diagnóstico como en mi caso, no son extraordinarios, sino que se repiten en este centro hospitalario gracias a la calidad de sus médicos y equipos.
Debemos cuidar y fortalecer nuestra Caja, es la joya y pilar de nuestra democracia social.
10 comentarios:
Saludes a don Ennio, y los deseos de una máxima recuperación. Ahora a continuar con estilos de vida saludables. Precisamente en nuestros hospitales a diario se dan ejemplos de vocación y calidad de atención por parte de todo el personal de la salud;Sin embargo,efectivamente llegó el momento de defender la seguridad social de este país y promover políticas públicas que la fortalezcan. Porque cuando se tiene que esperar años para una cita con un especialista, o se nos mueren pacientes porque no hay anestesistas, ginecólogos o equipo necesario para atender los pacientes; entonces debemos pensar que los principios de equidad, igualdad y solidaridad son violentados, por tanto, la seguridad social está seriamente amenazada.
Don Ennio y Doña Gloria,
comparto una experiencia similar a la de don Ennio, gracias a personas visionarias nuestro país puede dar estos servicios a sus ciudadanos.
Marjorie
Fernando Berrocal Soto
A Ennio, a Gloria y a todos los amigos y amigas:
Me alegra enormemente que un hombre y un ciudadano del valor y la capacidad de Ennio se esté recuperando. Me encantó su descripción de su estadía en el Hospital Calderón Guardia y su recomendación de defender y proteger a esa institución extraordinaria que es la CCSS. Yo tuve una experiencia similar, siendo Ministro de Seguridad Pública, cuando de madrugada mi esposa Grethel me llevó a Emergencias del Hospital México. De verdad que, por el intenso dolor, creí que me estaba muriendo. Me hicieron toda clase de análisis entre las dos de la madrugada y el amanecer. A las 6 de la mañana me estaban operando porque tenía piedras y mi vesícula estaba a punto de explotar. Me operaron con la ultima técnica quirúrgica y mi recuperación fue totalmente satisfactoria, en cuestión de pocos días. Me pasaron, para mi recuperación, al piso de recuperación de recien operados y ahí me encontré con un hospital de primer nivel, en cualquier parte del mundo. Todo eso fue posible por el Sistema de Seguridad Social de que disfrutamos, sin excepción, todos los costarricenses y también los extranjeros que conviven con nosotros. En su oportunidad, cuando estos hechos ocurrieron, le agradecí al Director del Hospital, a los médicos y a las enfermeras, el trato que había recibido y a todos les expresé mi enorme satisfacción, como ciudadano costarricense, por el nivel de atención y la excelencia de una institución como la CCSS. Digo estas cosas y las recuerdo, al calor de lo escrito por Ennio, porque a veces, en este país de Dios, se nos va la mano y no nos damos cuenta de que tenemos un país mucho más avanzado que casi todos, sin excepción, los países de América Latina. En seguridad social, pero también en educación, en conservación del medio ambiente, en calidad de vida y en otras muchas áreas del contexto social y económico, así como del ámbito judicial y hasta en el propio de la seguridad ciudadana. Lo más importante: tenemos un país que vale oro en democracia y en libertad. Ahora que se ha dado la inmensa diaspora de los venezolanos, a muchos de ellos les he brindado asesoría profesional y amistad en mi oficina de abogado, en gran parte porque Venezuela es como mi segunda Patria por una serie de razones personales y familiares . Sorprende, escuchando a esos amigos y sé que así es porque viajo con alguna frecuencia a Caracas en asuntos profesionales, que un país que ha recibido, en los últimos 10 años, 900.000 millones dolares por el sobre precio del petroleo ( novecientos mil millones de dólares) que, seguramente, es una cifra que Costa Rica tardaría varios siglos en producir y generar como ingreso neto, está a muchos años luz de tener, por ejmplo en materia hospitalaria, un sistema de Seguridad Social como el que los costarricenses construimos, en la segunda mitad del siglo XX, en gobiernos social demócratas y social cristianos. Es bueno recordar estas cosas, porque hay un grupo de malos costarricenses cuya unica razón de ser en la política nacional, es criticar y criticar, a veces hasta la ofensa, sin ofrecer mejores soluciones que las que hemos sido capaces de construir en los gobiernos a los que algunos de nosotros hemos servido, sin ser políticos profesionales y llevados, únicamente, del deseo de servirle a Costa Rica y a nuestro pueblo. Gracias Ennio por ofrecernos ese testimonio de tu paso por un hospital público de la CCSS. En Costa Rica, para tener buena salud y ser tratado al más alto nivel médico y científicos, no se necesita viajar a hospitales en los Estados Unidos o en Canada. Tenemos para orgullo de todos los hospitales de la CCSS.
Marco Herrero Acosta Herrero
Me alegro muchísimo de que Enio se este reponiendo rapidamente de su operación. Por mi experiencia en el Hospital México como paciente, en el 2005 estuve internado por encefalitis, concuerdo plenamente con Enio. Digan lo que digan, la CCSS es una joya y la razon por la que los indices de salud de este país son tan satisfactorios
Georgina Alvarez
to Ennio,
Mil gracias!!! Esta lindisimo articulo y sobre todo que nos hace sentir confianza en el sistema medico nuestro.
Me alegra montones que Ennio se va recuperando rapidamente.
Permítanme por segunda vez, tener el gusto de participar en este comentario, ya que considero, es parte de la razón de ser del blog. No participo como político, sino como ciudadano y empleado público, orgulloso de mis 38 años de laborar en la Caja Costarricense de seguro Social, entidad a la que debo casi todo, mi movilidad social, la oportunidad de servir y ser útil a la sociedad, y mucho más. Reitero, en primera instancia que, coincido plenamente con el criterio de que la CCSS, como institución emblemática de la seguridad social, es pilar fundamental de la democracia social, y como tal su contribución a la paz social costarricense es indiscutible.
Cada quien, se expresa de acuerdo a su experiencia, y me conforta que para ustedes ésta sea positiva, no esperaba menos, así deberá ser y mantenerse para todos los ciudadanos, bajo los principios de equidad e igualdad en cualquier región de este gran y pequeño país, al acceder nuestro sistema de salud.
Sin embargo, parte de mis últimas experiencias, me indican que hay un deterioro institucional importante, pues no son tan positivas; cómo decirle a una madre que su bebe recién nacido falleció porque no teníamos el equipo tecnológico necesario para atenderlo, que si el niño hubiera nacido en la meseta central quizás habría sobrevivido, porque ahí si lo tienen; que aunque se pague igual seguro social, el acceso es desigual y por lo tanto la protección de la vida y la salud también. Cómo decirles a los padres en pleno trauma y crisis que su hijo con una herida en abdomen, requiriendo intervención quirúrgica inmediata, se murió porque no hay anestesiólogo. Cómo decirles a todas las madres embarazadas a punto de parir, que serán fletadas a un hospital de San José, porque no hay ginecólogo, y que si se presenta una emergencia probablemente se muera uno de los dos o ambos. Cómo ven ustedes, que decenas de personas en el país caminen con una sonda en el pene, porque tengan que esperar meses para tener la posibilidad de que lo operen de la próstata, una atención o cirugía ortopédica, o una cita con el cardiólogo. O tal vez tengan cáncer y le digan que pase la próxima semana para ver si hay campo para operarlo, y así pasan 2 meses, mientras tanto usted se desespera porque no sabe en que momento la enfermedad es inoperable (metástasis o se infiltra). ¿Cuántos han tenido la experiencia de levantarse a las 3 y media de la madrugada para obtener una cita en un EBAIS? Tal vez con un bebe en manos, o un anciano, para que a las 8 AM. les digan que se acabaron los campos. Si bien es cierto, que aún cualquier ciudadano puede tener una atención con calidad; créanme que muchas veces se les facilita el ingreso al sistema de salud a personas de cierto nivel social, político y económico.
Y cuando se habla de gobiernos socialdemócratas y socialcristianos, efectivamente no se pude negar aciertos en políticas para el desarrollo, principalmente cuando abrazaban dichas ideologías y no traicionaban sus principios más elementales, ni se olvidaba que la política es un servicio a la sociedad, y que lleva inclusiva la ética en la función pública. No olvidemos que precisamente los implicados en los casos que atentaron contra la Seguridad Social (Préstamo Finlandés y Español) tienen a altos personajes de la política bipartidista y, desdichadamente en su momento, al máximo representante de la CCSS (su ex -presidente ejecutivo). Toda crítica constructiva, es importante, así lo hizo el mismo señor exministro Fernando Berrocal, como precandidato, el año pasado, en tiempos de campaña, por cierto una crítica bien fuerte al propio gobierno.
Por último, gustaría exponer algunas causas de la problemática y la respectiva propuesta para mejorar, pero por espacio, será en otra oportunidad.
Julio,
Todo en la vida siempre se puede llevar a algo mejor y mejorar nuestro legado social, educación y seguridad debe ser una obligación de todos los ciudadanos costarricenses. En especial la CCSS tiene una tarea por delante en su servicio de Consulta Externa. Desde niña he estado ligada a esta institución, en 1950 mi padre se integra al grupo de médicos que deciden ir a trabajar por la seguridad social, se funda en el Hospital Calderón Guardia. Cree ese grupo de médicos que la seguridad social sería lo que garantizaría la democracia del país. Conoce mi padre a mi madre quien era enfermera en ese hospital. Ambos trabajan por los mismos ideales salvar vidas. Inicio en los 70s mi trabajo en el Hospital México, y con orgullo le digo que después de grandes luchas logramos que la institución abriera la sección 6B para atención de los problemas psicológicos. Conocí esta institución como funcionaria hace varias décadas antes de la universalización de los servicios médicos y se como se lucha por brindar buenos servicios con presupuestos restringidos. Hoy que me toca ser la esposa de un paciente y saber que la universalización de los servicios médicos cubre a todos los costarricenses, y después de vivir tantos años en los Estados Unidos de América y ver como no todos los ciudadanos estadunidenses y muchos migrantes latinos no tienen acceso a los servicios de salud, le digo me siento orgullosa de ser costarricense y saber que nuestro gobierno le brinda a sus ciudadanos servicios de salud. Conocimos muchas familias que pasaban por la misma experiencia que la nuestra y ellas recibieron en mismo trato cálido y humano que nosotros, para esos profesionales de la salud solo existen los pacientes, se dan a ellos solo por servir al prójimo.
Muy agradecida por sus buenos deseos por la recuperación de mi esposo
cariños a su familia.
Gloria
Edgardo Gamboa
Muy buen testimonio y de gran dicha el saber de la buena recuperación de don Enio. Me alegro mucho. En días pasados mi hijo Daniel de 15 años tuvo un muy fuerte golpe en la cabeza que le produjo vómitos y mareos. Con él me apersoné al Hospital del Calderón Guardia en Emergencias. Me lo atendieron muy bien y recibió Rayos X, un TAC, además de medicamentos. Gracias a Dios ese mismo día en la madrugada me lo dieron de alta. Comparto plenamente el sentir de Don Enio y Don Fernando Berrocal con repecto al privilegio que como Costarricenses tenemos con la CCSS. El sistema todavía necesita de mejoras pero es uno de los mejores del mundo. Apoyemos a la CAJA. Bendiciones.
Edgardo Gamboa
Ligia María Montoya Vargas
Me gusto el artículo que escribio Don Ennio en la Nación sobre las relaciones que hizo en emergencias del Hospital Calderón Guardia, hace como dos años estuve todo un día ahí porque se me elevó la presión y la atención fue de maravilla, al igual que él hice amistad con gente de diversos sectores sociales y todos fuimos uno ese día y ni que decir de la atención de los médicos que me hicieron como 5 electros y pruebas para ver si era candidata a un infarto. Tenemos que luchar porque la Caja se fortalezca y no permitir nunca que esa conquista social desaparezca, esa Institución preserva la paz social de este país. Ligia María Montoya Vargas
Muy buen testimonio y de gran dicha el saber de la buena recuperación de don Enio. Me alegro mucho. En días pasados mi hijo Daniel de 15 años tuvo un muy fuerte golpe en la cabeza que le produjo vómitos y mareos. Con él me apersoné al Hospital del Calderón Guardia en Emergencias. Me lo atendieron muy bien y recibió Rayos X, un TAC, además de medicamentos. Gracias a Dios ese mismo día en la madrugada me lo dieron de alta. Comparto plenamente el sentir de Don Enio y Don Fernando Berrocal con repecto al privilegio que como Costarricenses tenemos con la CCSS. El sistema todavía necesita de mejoras pero es uno de los mejores del mundo. Apoyemos a la CAJA. Bendiciones.
Edgardo Gamboa Víquez
President Food for the Hungry - Costa Rica & GoAll CR Director
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