Gloria Álvarez Desanti,
Ph.D.
Kenia se independiza
del Reino Unido en 1963. Es considerado uno de los países más estables desde el
punto de vista económico en África. Su crecimiento económico fue de 4.7% en el
2012. Es un país con una población de más de 41 millones de personas. Multiétnico
desde sus orígenes. Según la Constitución hay 42 tribus: kikuyus, masais, luo,
y kalenjin, entre otras. Pero existen serios conflictos entre los kikuyus y los
luos. Relativamente desarrollado, su índice de desarrollo humano lo ubica entrelos
países de desarrollo medio. No obstante, Transparencia Internacional lo coloca
en el lugar 140 (de 176). Lo cual pone en evidencia su inestable situación
política, a pesar de sus logros económicos.
En los suburbios de
Nairobi encontramos cinturones de miseria como Korogocho, Mathare y Kiberia donde
reside la mitad de la población de la capital que vive con menos de un dólar
diario. No tienen agua, electricidad, servicios sanitarios, ni recolección de
basura.
Kiberia es el barrio
bajo más grande y marginado de África. Se formó en 1912 cuando los británicos
le permitieron a los batallones del "King’s African Rifles" (los
soldados sudaneses de la etnia de los
nubios) quienes ayudaron al Imperio británico con la construcción del ferrocarril
entre Kenia y Uganda, que se asentaran en Kiberia. En la actualidad, Kiberia cuenta
con una población de un millón de habitantes de diferentes etnias. En las elecciones del 2007 en estas zonas se generó una gran
violencia entre los simpatizantes del Movimiento Democrático Naranja (etnia
luo) y la Alianza Nacional (etnia kikuyu). El resultado de la elección dio la
presidencia a Kibaki de la Alianza Nacional, quien se reelegía. Odinga de la etnia luo se había
declarado ganador, y acusó de fraudulentos los resultados apoyado por los
observadores internacionales. Ese proceso electoral dejó un saldo de 1.300 muertes.
Se reportó que la policía ejecutó civiles, las mujeres fueron violadas y
quemadas vivas, los hombres circuncidados a la fuerza. Por medio de la radio se sembró el odio entre las etnias y se pedía
el exterminio de sus enemigos. Más de
medio millón de ciudadanos fueron obligando a desplazarse de sus hogares. Miles de niños quedaron huérfanos. Hoy día no se han logrado reintegrar a la
sociedad keniana más de cien mil refugiados que viven en países vecinos. Los
Tribunales de Justicia no hicieron nada. Se demostró que los políticos se valieron
de los problemas tribales para alimentar la violencia entre la población y no
realizaron ninguna gestión para detener la violencia de sus seguidores. En 2008,
Kibaki y Odinga llegaron a un acuerdo e hicieron un gobierno de unidad nacional
donde el primero ejerció la presidencia y el segundo fue el primer ministro. La
Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia recomendó enjuiciar a 219
personas por los actos de violencia. La Corte no logró llegar a ningún acuerdo
para proceder legalmente. La impunidad se dio en todos los niveles. Luego la Corte
Penal Internacional (CPI) acusó a los ministros de ese gobierno Uhuru Kenyatta
y a William Ruto para ser juzgado por los crímenes de lesa humanidad. No
obstante, a pesar del juicio internacional, ambos se presentaron como
candidatos para las elecciones presidenciales del 4 de marzo del 2013.
Uhuru Kenyatta fue declarado
ganador de las elecciones por el Tribunal Supremo por un margen de 4.100 votos.
Se convertirá en el cuarto presidente de la República de Kenia. Aún así, tendrá
que presentarse a declarar dentro de un mes a la CPI. Kenyatta es hijo del
primer presidente de Kenia. De acuerdo con la revista Forbes Kenyatta hijo ocupa
el puesto 23 entre los hombres más ricos de África. Dueño de medios de
comunicación, con inversiones en el sector financiero y de la construcción. Se estima que su fortuna supera los 500
millones de dólares.
Las evidencias de incitación a la
violencia de parte de Kenyatta son públicas, de tal manera que el desafío para
la Corte Penal Internacional es enorme: ¿será este otro caso de impunidad
contra los aparentes crímenes de lesa humanidad?
2 comentarios:
Doña Gloria, su artículo es extremadamente diciente y real, de la triste historia de un pueblo, a donde la justicia no ha llegado ni de las cortes ni de los gobernantes. Triste historia ´para la huamnidad, pero no hay que ir muy lejos para encontrar algo parecido o peor, es el caso de Colombia mi patria querida, donde existe una larga supuesta democracia, que lleva mas de 50 años de guerra interna, dentro de la que se han cometido toda clase de delitos de lesa humanidad, tales como el esesinato con motosierra y toda clase de torturas, psiccológicas y físicas, dejando ver un instinto necrófilo y aberrante de parte de los asesinos, que por ejemplo, se jugaban una mejenga con la cabeza de sus victimas, delante de sus esposas e hijos. yo me pregunto: ¿que diferencia hay entre los hechos de Kenia y los de mi país? y todo esto con la bendición de las fuerzas legales del estado y, solo hay un General investigado por eso. Hay que preguntarle mucho de eso al expresidente Albaro Uribe, que creo dichos grupos asesinos.. Me gustaría señora Glñoria que avericguara algo de eso y lo escribiera, Ud, que es una persona importante, cuyos artículos son leidos por muchos. Claro que los delitos no los cometian solo los paramilitares, tambien las guerrillas y las mismas fuerzas armadas del gobierno.
Gracias, Gloria, por su artículo tan ilustrativo que, lamentablemente, le deja a uno un pesar en los sentimientos. No dudo en creer que la pobreza (miseria) y el dolor en África tienen como contraparte la exhibición suntuaria de los países occidentales. Es como si hubiéramos roto de manera suicida la armonía universal.
El comentario anterior de José me amarga aún más el rato. ¡Qué egoísta es la naturaleza humana!
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