lunes, 10 de enero de 2011

¡Juventud, la esperanza costarricense!

Gloria Álvarez Desanti, Ph.D.

Ser madre de cuatro hijos con edades tan distintas y tener la bendición de ver mi familia multiplicarse me a permite como analista de la situación política de nuestro país valorar mejor las inquietudes y potencialidades de los jóvenes de hoy día.

Como padres de familia tenemos la responsabilidad de inculcar a nuestros hijos los valores éticos y morales que guiarán sus vidas, como ciudadanos tenemos la responsabilidad de enseñarles las obligaciones ciudadanas y políticas.

En Costa Rica desde el kínder los niños celebran las fiestas patrias, nuestros niños participan de ellas, los vestimos de campesinos y les enseñamos el punto guanacasteco, elementos esenciales para la identidad nacional. Los programas educativos dedican gran número de horas a la cívica, a la historia costarricense, al estudio de sus instituciones y logros económicos y políticos de la nación, así como los logros de los distintos gobernantes. A través del estudio de las constituciones políticas conocen el estado de derecho. Durante la escuela y el colegio nuestros hijos participan de los gobiernos estudiantiles y los llevamos a las elecciones infantiles cada cuatro años.

Pero en algo hemos fallado tanto como padres y ciudadanos, y también ha fallado el sistema educativo. No hemos sido lo suficientemente efectivos para sembrar las responsabilidades cívicas en estos jóvenes ciudadanos quienes debieron asimilar las responsabilidades y garantías que nos da la democracia. Esto se refleja en el elevado abstencionismo de los jóvenes.

Hoy día el padrón electoral está formado por el 42% de jóvenes y cada día el porcentaje aumentará. La juventud es la esperanza de nuestro desarrollo social, político y económico. Será en sus manos que estarán las riendas de nuestra sociedad en las próximas décadas.

Los jóvenes hoy día son muy receptivos, pero tienen prioridades distintas que las nuestras, su realidad social es muy diferente, el desarrollo tecnológico y la globalización demandan actitudes distintas. Por eso es que es tan importante el diálogo con ellos. Por eso hago un llamado a que oigamos sus propuestas, oigamos las soluciones que ellos tienen para los problemas nacionales. Les garantizo que ustedes tendrán grandes sorpresas con sus planteamientos tanto como nosotros las tenemos durante los almuerzos familiares. Es la visión que ellos tienen del mundo lo que nos permite renovar nuestras ideas.

Démosle el espacio que ellos merecen en nuestros partidos, así como lo hemos logrado en nuestras casas, ellos son los que tiene la tarea al frente por los próximos treinta años.

7 comentarios:

Giselle Sánchez dijo...

Ciertamente la juventud es la esperanza de este país y del mundo entero, por ello debemos preocuparnos porque reciban la educación adecuada, haciendo énfasis en el civismo, el respeto a los demás y así mismos.

Unknown dijo...

Coincido con la afirmación: "los jóvenes son muy receptivos pero tienen prioridades distintas". Muchas veces, los más jóvenes se sienten extranjeros e incomprendidos, quizás porque se sienten apresados en una cultura de gerontocracia.

Definitivamente, todos deberíamos estar más atentos a las necesidades afectivas e intelectuales de los más jóvenes. En mi caso, agradezco mucho conocer todos esos elementos folclóricos nacionales como los bailes tradicionales y los himnos patrios pero no me identifico con ellos. Y no creo ser menos costarricense por eso. Simplemente, me son tan ajenos como la pollera panameña o la polka.

Eleonora Badilla Saxe dijo...

En cuanto a la educación institucionalizada, a pesar del llamado programa de ética, estética y ciudadanía, es absolutamente no pertinente (para no decir impertinente), desactualizada y desaprovecha el potencial de las tecnologías de la colaboración.
Los recursos que quienes pagamos impuestos se destinan a la educación, son subejecutados de forma alarmante y devueltos a Hacienda año con año (tal vez para ayudar con el déficit fiscal), o invertidos en arroz en época electoral.
En cuanto al aprendizaje ubicuo, cotidiano... la inequidad de esta sociedad les hace aprender sobre violencia e inseguiridad...

Galaor dijo...

Doña Gloria, un muy actualizado y bonito ensayo. Me parecería interesante hacer referencia a la necesidad de introducir en la enseñanza cívica cambios que permitan al joven entender la necesidad de lo que significa el voto razonado y no solamente votar porque es un derecho. Para ello se tiene que cambiar la mentalidad de ejercer ese derecho ya sea por condicionamiento familiar, comercialización publicitaria de candidatos y candidatas, programas electorales poco creíbles, amiguismo incondicional, en resumen se les debe instruir para pensar por ellos mismos y ser proponentes de sus propias ideas.
Pero, sin lugar a dudas, se debe reconstruir en el inconsciente y concierte una filosofía de solidaridad para con todos, de igualdad humana, del derecho individual a poder equivocarse, de nacionalismo inteligente, y el de que servir públicamente no es un negocio sino una vocación.
Es indispensable retomar el concepto de compromiso, no solo político, cuando sea el caso, pero sobretodo de familia integrada como unidad básica de la sociedad funcional. Pienso que sin esto el concepto de familia costarricense nunca podría motivar la participación de la juventud sanamente en el ejercicio político.

Luis Miguel Alfaro dijo...

Muy interesante y atinado el artículo, solo me queda una duda, dice que el porcentaje de la juventud va a ir aumentando, sin embargo, por la teoría de la pirámide invertida, eso sería lo contrario, habrán menos niños por lo tanto menos jóvenes y aumentarán los porcentajes de adultos mayores.

Gloria Alvarez Desanti. dijo...

Luis Alfaro,en las próximas elecciones del 2014 más jóvenes acudirán a las urnas, la piramide invertida es una realidad para algunos países de Europa, Japón y China. Costa Rica ha bajado y levemente está logrando la tasas de reproducción de ahí que se invierta la piramide todavía faltan varios años y que esta afecte el padrón todavía son más recordemos que los ciudadanos ejercen su derecho de voto a la edad de 18 años.

Unknown dijo...

Primero: ¡Feliz Año 2011 y muchas bendiciones de Dios Nuestro Señor,doña Gloria, en unión de su linda familia! Con relación a su artículo,de tema interesante y que debe ser preocupación de todos los ciudadanos y prioridad de todos los programas de gobierno, pero especialmente de todos los padres de familia. No le echemos tanto la culpa a los programas educativos, que, aunque tiene falencias, como es dar demasiado énfasis a lo tecnológico en detrimento de lo humanístico, debemos aceptar que, en los hogares, se ha dejado esa educación al televisor,por ausencia de la madre que trabaja y por comodidad, para tenerlos "quietecitos", sin percatarse los responsables de esos jovencitos, de la cantidad de basura mental que reciben y, lo que es peor, de la basura espiritual. Así,tenemos comentarios como el que hay por ahí, que les deja fríos lo que signifique manifestación de la cultura nacional, pero hacen largas filas y pierden horas por comprar boletos de grupos musicales de otras culturas ¡Para estar a la moda, claro! También en el hogar es donde se aprende el espíritu de servicio, la responsabilidad con los otros,con la familia, con la comunidad, que incluye el desempeño responsable de un cargo público,remunerado o no, pero buscando el Bien Común.Cierto, es muy interesante
escuchar lo que interesa a los jóvenes, sus inquietudes, pero especialmente para guiarlos y orientarlos con amor,con respeto
mutuo.