jueves, 6 de octubre de 2011

India y Afganistán: una nueva esperanza

Gloria Álvarez Desanti, Ph.D.

El presidente de Afganistán Karzai y el primer Ministro de la India Manmohan Singh, firmaron un tratado para fortalecer la seguridad, y promover los lazos comerciales y culturales. El tratado se acordó este martes y se considera podrá traer estabilidad en el sur de Asia.

India se está convirtiendo en una potencia regional debido a su crecimiento económico. Desde esta óptica, el reciente tratado le da una esperanza al mundo. Cabe mencionar que a partir del 2014, Afganistán se enfrentará la responsabilidad de asumir su gobernanza debido a la salida de las fuerzas occidentales. En una área del mundo tan afectada por los vaivenes del terrorismo internacional y la violencia interna causada por el radicalismo extremo en contra de la población civil, este tipo de acción de la India es muy bien recibida. Cabe mencionar que este acercamiento entre India y Afganistán coincide con el deterioro de las relaciones entre los Estados Unidos y Pakistán, conocida potencia nuclear.

India ha invertido más de dos mil millones de dólares en proyectos de infraestructura en Afganistán, convirtiéndose en el mayor donador a la sociedad afgana. La política económica de la India es comprensible. La agenda india tiene como objetivo alcanzar una estabilidad económica y política en la región. Los problemas entre Pakistán y la India son evidentes. Existen sospechas de incursión de Pakistán en la política afgana con el asesinato del expresidente Burhanuddin Rabbani, pues era el negociador con el talibán, y el único líder que gozaba de credibilidad entre los grupos que negocian una salida en la mesa de negociaciones. Ante este escenario, la unión estratégica entre India y Afganistán cobra sentido, pues ambos ven en Pakistán a un posible enemigo militar.

El principal objetivo de India podría ser evitar una guerra civil en Afganistán, pues esto llevaría a una complicación en la geopolítica regional. De ahí que un fortalecimiento económico de Afganistán sea considerada como la mejor alternativa.

El consorcio de acero estatal indio podría invertir en Afganistán seis mil millones de dólares en minas, ferrocarriles y una planta de acero. Además, India necesita materia prima que le garantice su rápido crecimiento como potencia económica en competencia con China.

El Presidente afgano Karzai además de estos lazos comerciales quiere iniciar la explotación de hidrocarburos, petróleo y gas natural. Singh manifestó que su objetivo será una integración económica de Afganistán con la India y el resto del sur de Asia. Nueva Dehli está temeroso que con la salida de occidente de Afganistán y el asesinato del líder de la negociación con el Talibán este grupo se fortalezca, surgiendo así el radicalismo extremo de nuevo. De ahí que existan entre los proyectos de desarrollo planes para financiar la educación en Afganistán. También se pueden tener esperanzas que India, al ser un país que recientemente ha avanzado con respecto al reconocimiento de los derechos humanos de la mujer, pueda ejercer una influencia positiva en este campo en la sociedad afgana.

En fin, este acercamiento entre India y Afganistán es una noticia positiva dentro de una región caracterizada por la violencia, la inestabilidad y la pobreza. India se convirtió en una potencia regional, en camino de ser una potencia mundial. En este marco cabe destacar que su naturaleza democrática y su tolerancia ante una pluralidad de creencias y culturas, la han convertido en un modelo interesante para el resto del mundo. Es un ejemplo de un país que ha promovido el respecto por la dignidad humana, materializado en un contexto oriental. Que haya tomado interés en Afganistán es un acontecimiento alentador pues después de décadas de guerra, la asistencia en materia de seguridad es crucial para promover una estabilidad nacional. Por otro lado, la posibilidad de crecimiento económico brindado por los lazos con India quizás ayudará a mejorar la calidad de vida. Sin embargo, el fortalecimiento de los lazos culturales también podrá tener un impacto profundo. La proliferación del fundamentalismo islámico por el Talibán y la violencia provocada por los conflictos de guerra, han convertido a Afganistán en un país de tristeza y sufrimiento. Un respeto por la dignidad arraigada en la sabiduría antigua y nutrida por una riqueza cultural sería un remedio sanador. Ambos países comparten tradiciones milenarias.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante lo que sucede en el otro, lado del planeta. Isa

Anónimo dijo...

Doctora excelente su artículo. JJE

Ana Lía Obando Alvarez dijo...

y es que hoy nos atañe todo lo que suceda en cualqier parte del mundo. Cuando países como la India,con elavance que va alcanzando y con todo experiencia logra unacuerdo así, deberas es ejemplo para muchos países, que proponen su desarrrollo con intención expansionista, de afianzamiento solo a su intención unilateral. Realmente se llena uno de Esperanza.