jueves, 23 de febrero de 2012

Sacrificio heroico



Gloria Álvarez Desanti, PhD

En un bombardeo en la ciudad de Homs en Siria  murieron  la periodista  estadounidense Marie Colvin y el fotógrafo francés Rémi Ochlik, ambos ganadores de diferentes premios a nivel mundial por su desempeño profesional.  Este lamentable suceso pone en evidencia como día a día los periodistas arriesgan su vida para brindarnos la noticia desde los rincones más remotos del mundo y nos permiten conocer de primera mano qué es lo que realmente sucede.
Colvin perdió su ojo derecho en el 2001 en un percance en Sri Lanka cuando un fragmento de granada se le incrustó en el rostro.  Pero esto no fue  razón para que abandonara su lucha por denunciar los regímenes autoritarios.  Hoy el mundo sufre la pérdida de una de las mujeres que puso sus ideales por encima de sus intereses personales, y dio luchas contra los abusos de los tiranos a los niños, las mujeres, y contra la humanidad en general.  No olvidaremos las denuncias que hizo Colvin en el día antes de su deceso en el programa de Anderson Cooper en CNN sobre las atrocidades que se cometen  en Siria, dijo ella es el peor conflicto que he cubierto, se está atacando a la población civil”, no olvidaremos el video de un padre llorando la muerte de su hijo en esa ciudad siria.
Muchos periodistas han luchado por la transparencia, la rendición de cuentas y contra el abuso del poder en la mayoría de los países del mundo.  Muchos de ellos han muerto a causa de sus denuncias contra el crimen organizado.  Muchos han logrado combatir el tráfico de personas, han denunciado el tráfico de influencias, han propiciado la caída de figuras políticas y eclesiásticas.  Recordemos los sucesos de la Penca en Costa Rica y el dolor que esto generó en muchas de las familias costarricenses.
En casos trágicos como los de Colvin y Ochlik, sus sacrificios pueden conmover a pueblos, que al ver morir a uno de los suyos, dejan de ser pasivos ante las tragedias en países lejanos geográfica y culturalmente.  Este es el heroísmo máximo de un periodista, quien al pagar con su vida, logra mover conciencias sobre la gravedad de situaciones reportadas.
Un agradecimiento y homenaje a mis amigos periodistas, quienes mediante sus reportajes certeros, logrados con gran esfuerzo personal y sacrificio familiar, son bastiones de la democracia de este país. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me uno a su reconocimiento. ISA

Agnes dijo...

Excelente artículo. La muerte de estos periodistas es una verdadera tragedia. La violencia siempre trae consigo el sufrimiento. No se debe olvidar del trabajo de Marie Colvin y el fotógrafo francés Rémi Ochlik. Ellos tuvieron la valentía de ir a zonas de conflicto para recordarnos de todas las repercusiones.

Claudio Alpízar dijo...

Es una excelente forma de llamar la atención sobre la barbarie en pleno siglo XXI.